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Niños sentados en clase
Cuánto tiempo se sientan los estudiantes en la escuela
Natalie Lander no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
La actividad física regular está relacionada con la mejora de la salud física y mental, incluidas la ansiedad y la depresión. También puede mejorar el funcionamiento cognitivo, como la atención y la memoria, y el rendimiento académico de los niños.
Pero sólo el 14% de los niños australianos realizan los 60 minutos de actividad física recomendados al día y pasan el 70% de la jornada escolar sentados. Los alumnos de primaria pasan más de la mitad de la semana escolar en clases de inglés y matemáticas, y la mayoría de estas clases son tradicionalmente sedentarias: hasta el 76% de su tiempo se pasa sentado durante las matemáticas.
Los estudiantes australianos obtienen puntuaciones más bajas que antes en los exámenes internacionales, mientras que el comportamiento sedentario y los problemas de salud mental van en aumento. Una forma de mejorar los resultados académicos y la salud es añadir más movimiento a las clases.
Alumnos sentados en el suelo
Los resultados, publicados en la revista Learning and Instruction, mostraron que los alumnos que se sentaban en la parte delantera de la clase, y por tanto cerca del profesor, realizaban las tareas matemáticas con mucha más rapidez que los niños que estaban en la parte trasera de la clase, lo que sugiere que habían prestado más atención a las instrucciones del profesor y habían aprendido mejor.
“Estos niños necesitan más apoyo, por ejemplo, que se les hable directamente, para facilitar el aprendizaje. Este aspecto debería destacarse en las recomendaciones existentes para los profesores”, afirma la primera autora, Friederike Blume.
“Ahora es importante considerar cómo todos los alumnos de una clase pueden beneficiarse por igual de la proximidad del profesor”, añade Blume, y los investigadores sugieren que el profesor pueda desplazarse por el aula durante la lección, o que se roten los puestos de los alumnos a lo largo del curso escolar para que todos tengan la oportunidad de estar al frente.
Entorno escolar
Mi último post, “Por qué tantos niños no pueden sentarse quietos en la escuela hoy en día”, ha generado y sigue generando enormes comentarios de todo el mundo. Muchas personas escribieron que la conexión entre el movimiento y el aprendizaje sobre la que escribí tiene sentido. Sin embargo, con esta nueva iluminación sobre por qué el movimiento y el juego al aire libre son fundamentales para el aprendizaje y la atención en el aula, llegó la pregunta del millón: “¿Y ahora qué?”
Mi buzón virtual se vio inmediatamente bombardeado con solicitudes de correo electrónico que pedían ideas sobre cómo hacer que los niños se movieran tanto dentro como fuera del aula. También me di cuenta de que la gente era creativa. Se barajaban ideas. Algunos sugirieron: “¿Qué tal si se sientan en pelotas hinchables?”. Otros preguntaron: “¿Y si los niños se ponen de pie para aprender?” o “¿Y si ponemos pedales de bicicleta en los asientos del aula, para que puedan hacer ejercicio mientras aprenden?”. Y, por último, “¿Y si hacemos breves pausas de movimiento?”.
Mi reacción inicial ante estas sesiones de brainstorming fue: “¡Por fin! La gente está inspirada y empieza a pensar de forma innovadora. Sin embargo, al recordar por qué escribí el artículo en primer lugar, me di cuenta de que estas estrategias seguían sin tener sentido en parte. Pueden ser creativas y reflexivas, pero no solucionan el problema de fondo.
Estudiantes sentados en los pupitres
Fig. 2A Diagrama CONSORT para el ECA piloto de Stand Out in ClassImagen de tamaño completoTabla 1 Características demográficas de los niños participantes, por grupo y muestra totalTabla de tamaño completoLas tasas de finalización de las medidas de resultado propuestas para su inclusión en un ECA completo al inicio y en el seguimiento se muestran en la Tabla 2. La tabla también muestra la proporción de niños que proporcionan datos válidos de activPAL y ActiGraph en al menos 1, 2, 3, 4 y los 5 días de la semana.
Cuando se les preguntó sobre la aceptabilidad de la aleatorización, todos los profesores y niños expresaron una clara comprensión de por qué se había producido la aleatorización. Aunque los profesores y los niños del grupo de control estaban decepcionados por no haber trabajado con los pupitres de pie, consideraban que su participación en el ensayo era positiva e importante: “Bueno, entiendo perfectamente por qué hay que tener un control. Ya sabes, enseñamos a los niños que ciertas investigaciones necesitan un control, necesitas algo con lo que comparar…” (Profesor, C3).
En cuanto a la aceptabilidad del activPAL (como medida de resultado primaria para un ensayo completo), el tema más común identificado en las respuestas se refería a los problemas con el vendaje médico utilizado (Hypafix® transparente) para fijar el monitor. Según los informes, esto provocó que una minoría de niños sufriera picores, dolores y molestias, y provocó algunas interrupciones en la clase: “Sí, era un poco blando. Algunos niños se quejaron de que les salía un poco de sarpullido, pero les gusta quejarse de todos modos, así que fue un poco… no quiero usar la palabra caótico, pero tuvo más que ver con el hecho de que los niños se interesaban constantemente por ellos, así que estaban centrados en ellos…” (Profesor, I1)Sin embargo, otros profesores no percibieron que el vendaje médico fuera especialmente problemático, ya que sólo unos pocos niños se habían visto afectados:” … sólo hubo unas pocas quejas [sobre el vendaje]…”, (Profesor, C2)