Tipos de respiracion humana

Tipos de respiracion humana en línea

Los senos nasales son espacios huecos en los huesos de la cabeza. Unas pequeñas aberturas los conectan con la cavidad nasal. Los senos ayudan a regular la temperatura y la humedad del aire que respiras, así como a aligerar la estructura ósea de la cabeza y a dar tono a tu voz.
Las ADENOIDES son tejidos linfáticos que crecen en exceso en la parte superior de la garganta. Cuando las adenoides interfieren con la respiración, a veces se extirpan. El sistema linfático, formado por ganglios (nudos de células) y vasos comunicantes, transporta el líquido por todo el cuerpo. Este sistema ayuda al cuerpo a resistir las infecciones filtrando las materias extrañas, incluidos los gérmenes, y produciendo células (linfocitos) para combatirlas.
Los ALVEOLOS son los pequeñísimos sacos de aire que son el destino del aire que se respira. Los CAPILARES son los vasos sanguíneos que se incrustan en las paredes de los alvéolos. La sangre pasa por los capilares, llevada a ellos por la ARTERIA PULMONAR y retirada por la VENA PULMONAR. Mientras está en los capilares, la sangre traslada el dióxido de carbono a los alvéolos y toma el oxígeno del aire de los alvéolos.

Órganos del sistema respiratorio

Sistema respiratorioVista completa y esquemática del sistema respiratorio humano con sus partes y funciones.DetallesIdentificadoresSistema respiratorioMeSHD012137TA98A06.0.00.000TA23133FMA7158Terminología anatómica[editar en Wikidata] El sistema respiratorio (también aparato respiratorio, sistema ventilatorio) es un sistema biológico que consiste en órganos y estructuras específicas utilizadas para el intercambio de gases en animales y plantas. La anatomía y fisiología que lo hace posible varía mucho, dependiendo del tamaño del organismo, el medio en el que vive y su historia evolutiva. En los animales terrestres, la superficie respiratoria está interiorizada como revestimiento de los pulmones[1]. El intercambio de gases en los pulmones se produce en millones de pequeños sacos de aire; en los mamíferos y reptiles se denominan alvéolos y en las aves, aurículas. Estos microscópicos sacos de aire tienen una gran irrigación sanguínea, por lo que el aire está en estrecho contacto con la sangre[2]. Estos sacos de aire se comunican con el entorno exterior a través de un sistema de vías respiratorias, o tubos huecos, de los cuales el más grande es la tráquea, que se ramifica en el centro del tórax en los dos bronquios principales. Éstos entran en los pulmones, donde se ramifican en bronquios secundarios y terciarios progresivamente más estrechos que se ramifican en numerosos tubos más pequeños, los bronquiolos. En las aves, los bronquiolos se denominan parabronquios. Son los bronquiolos o parabronquios los que generalmente se abren a los alvéolos microscópicos en los mamíferos y a las aurículas en las aves. El aire tiene que ser bombeado desde el entorno hacia los alvéolos o las aurículas mediante el proceso de respiración, en el que intervienen los músculos de la respiración.

Cómo funciona el sistema respiratorio

Cuando se menciona el sistema respiratorio, la gente suele pensar en la respiración, pero ésta es sólo una de las actividades del sistema respiratorio. Las células del cuerpo necesitan un suministro continuo de oxígeno para los procesos metabólicos que son necesarios para mantener la vida. El sistema respiratorio trabaja con el sistema circulatorio para proporcionar este oxígeno y eliminar los productos de desecho del metabolismo. También ayuda a regular el pH de la sangre.
La respiración es la secuencia de acontecimientos que da lugar al intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre la atmósfera y las células del cuerpo. Cada 3 o 5 segundos, los impulsos nerviosos estimulan el proceso de respiración, o ventilación, que mueve el aire a través de una serie de conductos hacia dentro y fuera de los pulmones. A continuación, se produce un intercambio de gases entre los pulmones y la sangre. Esto se denomina respiración externa. La sangre transporta los gases hacia y desde las células de los tejidos. El intercambio de gases entre la sangre y las células de los tejidos es la respiración interna. Por último, las células utilizan el oxígeno para sus actividades específicas: esto se denomina metabolismo celular o respiración celular. El conjunto de estas actividades constituye la respiración. ” Anterior (Revisión)Siguiente (Mecánica de la ventilación) “

Tipos de respiracion humana del momento

El aire entra en el sistema respiratorio a través de la nariz o la boca. Si entra por las fosas nasales (también llamadas narinas), el aire se calienta y se humedece. Unos pelos diminutos llamados cilios protegen los conductos nasales y otras partes del aparato respiratorio, filtrando el polvo y otras partículas que entran en la nariz a través del aire respirado.
Las dos aberturas de las vías respiratorias (la cavidad nasal y la boca) se unen en la faringe, o garganta, en la parte posterior de la nariz y la boca. La faringe forma parte del sistema digestivo y del sistema respiratorio porque transporta tanto alimentos como aire.
En la parte inferior de la faringe, esta vía se divide en dos, una para los alimentos -el esófago, que lleva al estómago- y otra para el aire. La epiglotis, un pequeño colgajo de tejido, cubre el conducto de aire cuando tragamos, impidiendo que los alimentos y los líquidos pasen a los pulmones.
En su extremo inferior, la tráquea se divide en tubos de aire izquierdo y derecho llamados bronquios, que se conectan con los pulmones. Dentro de los pulmones, los bronquios se ramifican en bronquios más pequeños y tubos aún más pequeños llamados bronquiolos. Los bronquiolos terminan en pequeños sacos de aire llamados alvéolos, donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Cada persona tiene cientos de millones de alvéolos en sus pulmones. Esta red de alvéolos, bronquiolos y bronquios se conoce como árbol bronquial.