Yoga y mudras

¿Qué son los mudras? 

Son una serie de gestos rituales, también denominados sellos, que se realizan con las manos (aunque se pueden realizar también con otras partes del cuerpo como los pies o los ojos), y tienen el objetivo de hacer fluir las corrientes de energía de nuestro ser.

Tienen una gran importancia entre las religiones hinduista y budista, donde se les considera sagrados. Son una parte muy importante del yoga y la meditación, aunque no se suele valorar dicha importancia, sobre todo en los principiantes de esta disciplina, siendo más habitual su práctica en los niveles de yoga más avanzados.

En la India se remonta su uso a la antigüedad. Los mudras se utilizaban para regular el estrés, el ritmo y la entonación en los cantos de los Vedas. Posteriormente, con el surgimiento del hinduismo clásico, desempeñaron un importante papel en las ofrendas rituales a las deidades (denominadas Pujas), en la representación visual de los dioses y diosas y en las técnicas de danza clásica india.

¿Para qué sirven los mudras? 

Se utilizan para canalizar nuestra energía corporal y alcanzar un equilibrio al restaurar el nivel energético de nuestro cuerpo. Al practicarlos la energía fluye por nuestros canales energéticos, haciendo que alcancemos un estado de paz y serenidad.

Se considera que las manos son un mapa de energía y que cada una de sus áreas corresponde a un área de nuestro cuerpo, a una emoción o a un comportamiento. Según los distintos movimientos y posiciones que realicemos con las manos nos comunicaremos con una parte diferente de nuestro cuerpo y nuestra mente, enviándole un mensaje al cerebro a través de nuestras terminaciones nerviosas.

Tipos de mudras 

Algunos de los mudras más comunes son:

Saber Más: 

Rezo Mudra 

Se realiza presionando de manera firme las palmas de las manos juntas. Nos ayuda a escuchar, a enfocarnos y a conectar con nuestro ser superior. Se practica antes de comenzar una clase de yoga.

Mudra del loto

Este mudra se considera como un símbolo de pureza que nos ayuda a abrir nuestro corazón a los demás. Para realizarlo hay que unir las puntas de los pulgares y los dedos pequeños, quedando los demás dedos abiertos y extendidos. Está recomendado para cuando sentimos cansancio, soledad o agotamiento.

Anjali Mudra

Es un gesto que significa saludo, reverencia y celebración. Se practica sentado de manera cómoda con las piernas cruzadas, aunque también se puede realizar de pie. Hay que unir las palmas y los dedos de las manos simulando un gesto de oración. Se acompaña de la palabra “Namaste”. Su efecto es calmante y nos ayuda a encontrar nuestra conexión interior.

Usha Mudra

Es el mudra del amanecer espiritual. Sirve para renovar nuestra energía y calmar nuestra mente. Se realiza desde una posición que sea cómoda y relajada, entrelazando nuestros dedos y formando una especie de cuna con las manos.

Hakini Mudra

Es el mudra de la concentración. Su finalidad es aumentar nuestra atención y enfocar nuestra mente en un único objetivo. Conecta cada uno de nuestros chakras para aprovechar mejor nuestras capacidades mentales y nuestra conciencia por medio de la estimulación de la actividad cerebral, ya que equilibra los dos hemisferios cerebrales. Para realizarlo hay que apoyar las puntas de los dedos unas sobre otras, cada dedo con su correspondiente, y situar las manos a la altura del Chakra Plexo Solar.

Dhyani Mudra

Se practica durante la meditación para calmar y recuperar la energía. Se realiza colocando las manos en el regazo, solapando el dorso de la mano izquierda con la palma de la mano derecha y tocando las puntas de los pulgares una con otra para notar la fluidez de la energía.

Pran Mudra

En este mudra se unen la punta de los dedos pulgar, anular y meñique. Se practica con las dos manos. Estimula nuestra energía y nos ayuda a recargarla cuando nos sentimos cansados. También podemos utilizarlo para calmarnos cuando estamos en estado de agitación. De hecho, reduce el nerviosismo y aumenta la vitalidad.

Beneficios de los mudras 

La realización de los mudras establece una comunicación entre nuestro cuerpo y nuestra mente, que tiene propiedades terapéuticas y curativas.

Estas propiedades estimulan la producción de endorfinas, por lo que alivian el estrés y mejoran el estado de ánimo.

Son una medida preventiva y de reducción de muchos dolores físicos, ya que mantienen nuestro cuerpo activo y nuestra salud estable.

También nos permiten hacer frente a los trastornos emocionales con mayor perspectiva y nos ayudan a recargar nuestras reservas de energía.

Aumentan la confianza y la seguridad en uno mismo, por lo que te sentirás más capaz de afrontar los retos que aparezcan en tu vida.

Mejoran tu ánimo y te llevan a tener una actitud mucho más positiva ante los posibles infortunios, afrontándolos con mayor serenidad.

 

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